La inhalación de ciertos tipos de aromas puede afectar la necesidad de comer.
La inhalación de ciertos tipos de aromas puede afectar la necesidad de comer.
Un olfateo rápido puede ser todo lo que se necesita para sofocar un antojo por la comida. Los psicólogos australianos tentaron a 67 mujeres con el alimento más deseado por todos: el chocolate. Una a una, fotografías de postres, como pasteles, dulces, brownies, helados y mousse, aparecieron durante cinco segundos en la pantalla de una computadora. Los voluntarios mantuvieron cada imagen en mente durante otros ocho segundos mientras olían de un frasco de aceite de manzana verde, aceite de jazmín o agua, luego calificaron sus antojos, que eran más bajos después del olor de jazmín. Esto apoyó la teoría de los autores del estudio de que los aromas no alimentarios reducirían los antojos más que los aromas relacionados con la comida, lo que podría provocar pensamientos de comer. La investigadora principal Eva Kemps, profesora asociada de psicología en la Universidad Flinders en Adelaide, Australia del Sur, sospecha que otros aromas no alimentarios además del jazmín también serían efectivos.
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